
Ya comentamos con anterioridad cómo es muy simple mejorar los resultados de las fotos que hacemos con el flash de nuestra compacta.
Hoy vamos a ver cómo podemos cambiar el color de la luz que emite el flash.
Uno de los peores escenarios de iluminación que nos podemos encontrar es cuando se mezclan dos o más tipos de luz (esto es, luces de más de un color). Esto se acentúa cuando usamos flash y existe otra fuente de luz dominante, como por ejemplo en casi todos los entornos domésticos. Aunque por lo general las cámaras intentan usar unos ajustes predeterminados para minimizar la dominante de fuentes externas al flash, esto suele resultar en fotos bastante oscuras de fondo y bastante claras (y con una luz bastante dura) para nuestros retratados.
Esto se puede solucionar de manera sencilla y barata con unos filtros (o geles) para modificar el color de la luz del flash.
Dichos geles, aunque se pueden comprar, están pensados para los tamaños de flashes para cámaras SLR, por lo que para los pequeños flashes de nuestras compactas, quedan bastante grandes. La otra opción, y la que vamos a ver a continuación, es cómo hacerlos nosotros mismos.
Gracias a diyphotography.net, una página donde encontramos muchísimos proyectos para fabricarnos accesorios para nuestra fotografía, nos indican que en celticland.com tienen unas plantillas de color para imprimir nuestros propios geles de colores. Todo lo que necesitamos para hacerlos es unas hojas de transparencia y una impresora que imprima transparencias. Es recomendable usar una impresora láser, porque aguantará más los geles, pero no imprescindible.
Primero, nos vamos a centrar en los geles de CTO y ½ CTO que son naranjas para compensar el color de la luz del flash y equipararlo a el color de la luz de bombilla incandescente (tungsteno).La diferencia entre CTO y ½ CTO es que el ½ CTO es más suave para situaciones en las que la dominante amarilla/naranja no es tan fuerte.
Como se puede apreciar, con los rectángulos de color de las plantillas, tenemos para hacer más de un filtro para nuestro flash de compacta, por lo que podemos experimentar con distintos tipos de recortes y tamaños. La manera más cómoda de sujetar los filtros a la cámara es dejando margen (laterales o inferior/superior, depende del espacio disponible en cada cámara) y usando celo o cinta aislante (de electricista) que aguanta mejor.
Cuando tengamos acoplado el filtro, debemos tener en cuenta un paso sencillo pero vital para obtener los resultados deseados: seleccionar el balance de blancos adecuado. Mientras que estemos usando CTO o ½ CTO el balance de blancos que debemos seleccionar es “tungsteno”.
Con esto conseguimos: a) que tanto la luz ambiente como la del flash sean iguales en color (o que al menos, la diferencia sea los suficientemente pequeña como para que no importe) y b) que la cámara pueda compensar el amarillo/naranja característico de la luz de bombilla incandescente para darnos un color más neutro y evitar las dominantes y peor, la mezcla de colores de luz.
Otro uso que podemos dar a los geles de colores es para crear efectos de iluminación y “teñir” las fotos. Y si vamos más lejos, podemos usar un gel y “cruzarlo” con un balance de blancos que no es el correspondiente para conseguir efectos muy curiosos y originales.
Nota: Usando el gel “Window Green” obtendremos los mismos resultados pero para luz de tubos fluorescentes (seleccionando el balance de blancos correspondiente).
Originalmente escrito para compartetusrecuerdos.com
Foto | g2boojum