
Una de las piezas más versátiles y valoradas en el arsenal de todo fotógrafo es un objetivo de 50mm de apertura amplia. Especialmente valorados son los modelos “básicos” con apertura de 1.8. Suelen rondar los 100-120 euros y la relación calidad-precio es difícilmente superada.
Debido a las características del objetivo (focal fija o apertura entre otras), a veces es fácil olvidar ciertos aspectos que debemos tener en cuenta para exprimir al máximo sus prestaciones.
El “zoom” se hace con los pies
Para ampliar o reducir el encuadre debemos acercarnos o alejarnos físicamente de aquellos que queremos fotografiar.
Hacemos especial hincapié en que esto NO es hacer zoom si no cambiar el encuadre, puesto que cuando hacemos zoom estamos cambiando la distancia focal de nuestro objetivo y por tanto, la perspectiva.
Cerrar el diafragma
Aunque cuando adquirimos un objetivo de apertura amplia como f/1.8 lo hacemos precisamente por eso, por tener una apertura de f/1.8, debemos recordar que la profundidad de campo es realmente escasa cuando usamos la máxima apertura y variaciones diminutas pueden hacer que la imagen resulte inservible. Otro caso bastante habitual es que durante el día, la luz ambiente sea excesiva para poder usar estas aperturas y entonces habría que emplear un filtro de densidad neutra.
También hay que tener en cuenta que, habitualmente, la apertura óptima de los objetivos de 50mm f/1.8 suele rondar f/4.
Hay que prestar atención al punto de enfoque
Si estamos haciendo un retrato a aperturas de f/1.8 o f/2, hay que cuidar mucho los puntos de enfoque ya que si fuesen, por ejemplo, una ceja o la nariz, los ojos quedarían desenfocados y en un retrato la nitidez de los ojos es la clave para un buen resultado.
Con frecuencia hasta el enfoque en un pómulo hace que los ojos queden desenfocados.
Mantenlo limpio y guardado adecuadamente
Cuando nos movemos en esta gama de objetivos la reducción de costes de fabricación es esencial para poder llegar a una excelente calidad a un precio bastante económico. Esto se traduce en ciertas diferencias y/o carencias respecto a gamas de objetivos más caros.
Uno de los principales inconvenientes de esto es que las tolerancias son bastante más “relajadas” y que carecen de cualquier tipo de sellos para mantener el polvo fuera lo que con frecuencia resulta en que se introduzca polvo en el interior de las lentes y resulte muy complicado quitar dicha suciedad o incluso imposible sin pasar por el servicio técnico.
Foto | Jeff Golden