Protege tu réflex del agua y del polvo con esta bolsa sumergible por menos de 10 euros

Bolsa sumergible
Bolsa sumergible

Con anterioridad hemos hablado de las carcasas y bolsas sumergibles para nuestra compacta. Pues bien, ahora le toca a nuestra réflex.

Tradicionalmente, las carcasas rígidas sumergibles para cámaras réflex cuestan incluso más que la propia cámara que albergan. Recientemente, marcas como Dicapac han lanzado modelos de bolsas sumergibles para réflex (y otros dispositivos) muy asequibles por debajo de los 100 euros.

Pero si lo que quieres es simplemente proteger tu réflex de las inclemencias, tanto en forma de agua o nieve como de tierra y polvo, esta bolsa hermética es perfecta para ese cometido. Es una bolsa de plástico grueso y resistente y a excepción de los laterales es transparente tanto por delante como por detrás lo que permite hacer uso de la cámara y ver la pantalla LCD trasera.

Tiene algunas limitaciones (al igual que todos los complementos de este tipo) como una longitud máxima de objetivo de 70mm o diámetro de 80mm; lo que determina los objetivos que se pueden usar.

Aunque está diseñada para aguantar profundidades de 20 metros, al no tener un cristal frontal como las Dicapac, la calidad de la imagen se degradará bastante en comparación. Es más bien una bolsa para llevar la cámara en situaciones en las que exista riesgo elevado de mojar o “empolvar” la cámara (rafting, esquí, zonas desérticas, etc.) en lugar de ser una bolsa para submarinismo propiamente dicho. A pesar de esto, si que ofrece una ventaja en este entorno respecto a las bolsas Dicapac y es que al ser éstas mucho más rígidas y resistentes también dificultan considerablemente el manejar la cámara bajo el agua.

Pero al sopesar los pros y los contras de esta bolsa, hay un pro que poco menos que eclipsa todos los contras: su precio. Y es que por ocho dólares portes incluidos (viene de Hong Kong), es imbatible. Incluso en el supuesto que solo aguantase una excursión, podría darse por amortizada.

Foto | big-is-camera
Via | PetaPixel

Tírate a la piscina… y tu cámara también

¿Porqué dejamos la cámara en la bolsa de la playa o de la piscina cuando la diversión está dentro del agua? Seguramente que tenga algo que ver con el hecho, de todos sabido, que los dispositivos electrónicos y el agua no se llevan del todo bien.

Para solucionar este inconveniente tenemos dos opciones:

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  • Efectivamente, dejar la cámara fuera del agua.

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  • Adquirir una funda sumergible para poder disfrutar de nuestra cámara tanto fuera como dentro del agua.

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Dentro de las fundas sumergibles existen dos tipos rígidas y blandas. Las rígidas son, por lo general, bastante más caras y suelen ser específicas para cada modelo de cámara (o para cada serie, ya que suelen compartir muchos rasgos en común). A parte del precio, otro inconveniente que encontramos con las fundas rígidas para compactas es que ni todas las marcas de cámaras las ofrecen ni, aquellas que las ofrecen lo hacen para todos sus modelos. Tampoco hay muchas terceras marcas que las ofrezcan ya que la variedad y el enorme número de nuevos modelos que aparecen cada día dificulta el mantenerse al día.

Las fundas blandas en cambio, aunque no protegen tanto como una rígida, son más baratas (podemos conseguir una por unos 30 euros) y más versátiles. Por ejemplo, un mismo modelo de funda sirve para muchos modelos y marcas de cámaras ya que podemos pulsar los botones directamente a través del plástico. También abultan menos y son más fáciles de guardar.

Conviene tener en cuenta que si usamos una funda sumergible (independientemente de que sea funda blanda o dura) en una piscina, debido a la grasa que hay en el agua procedente de las cremas protectoras, deberemos limpiar la”tapa” del objetivo con cierta frecuencia ya que de lo contrario se acumulara la grasa y las fotos saldrán difuminadas.

Otra ventaja que nos ofrecen las fundas sumergibles es que al ser estancas también protegen del polvo y la arena y por tanto no sólo nos sirven para no mojar la cámara si no también para zonas áridas o con mucho polvo.

Originalmente escrito para compartetusrecuerdos.com